martes, 23 de noviembre de 2010

Mi piace “mediocridad”

El no ser realmente bueno ni realmente malo para algo, creo que cae en la mediocridad, fuera del estigma de tener nombre y apellido con m, lo cual me posiciona en la medianía de cualquier lista alfabética que se precie, bueno donde estaba, ah si sin ser realmente bueno para nada, no es raro entonces que abrace y eleve mi mediocridad y la quiera convertir en balance para redimir mis pensamientos y acciones. Después de todo el balance debería ser siempre la búsqueda definitiva. Y bueno, buscando sobre la mediocridad en el gran y poderoso google me redirige a la siempre adecuada wikipedia y un principio de la mediocridad que creo aplicable a este post. Y es que este principio despoja a todo ente de especialidad, es decir nada es realmente especial, tanto podría haber sido este como otros mundos, este como en otro tiempo, esta como otra persona. Y a veces somos así, queremos y buscamos ser especiales y únicos, llenos de centros de universos que no giran alrededor de nadie. Significa esto acaso una desilusión, un detenerse en la búsqueda de expresarse, de conseguir resultados, de ser uno mismo. No debería. El hecho de que despertarse cada día no sea especial no lo hace menos especial, y además creo que a veces debería un instinto de autocomplacencia ir por encima de ese instinto de superación, y digo solo a veces, porque la mediocridad tiene sus espasmos, y no podría no ser una teoría mediocre entre sus congéneres, pero es teoría al fin y al cabo. Como que tanta perorata aburre debería creo yo aquí anexar alguna broma, chiste, anécdota jocosa… debería, pero no.

longo

Salud

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