lunes, 27 de abril de 2009

De Alas Malas V


Ya han pasado tres semanas desde mi primer colapso, y aunque he tenido algunas recaídas, están han sido un tanto leves, pero han cambiado mi perspectiva en cuanto a la relación maestra-alumno que se había mantenido hasta el momento, diciendo esto mientras puedo ver su rostro sereno y dormido, la suavidad de su mano sobre mi frente, no ha hecho sino cuidarme, por qué entonces siento que le falta confianza en lo que puedo o no dar. Las conversaciones propiciadas por mis tiempos de inactividad (sobre todo el tobillo que tardo dos días en sanar) lo demuestran, estos muros se debilitan cada vez más, y este destino demasiado manipulado, demasiado convergente y prefabricado, se convierten en mi elección, mientras observo sus cabellos castaño oscuro que rodean sus ahora abiertos ojos, por fin dibuja un esbozo de sonrisa en su rostro, me acerco, y mientras su otrora esquivo aroma se mezcla con el mío, evito mis dudas y logro al fin elevarme.

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